martes, 7 de agosto de 2018

Los científicos destruyen uno de los mitos de la evolución humana







Un nuevo estudio no halla evidencias de que el gen FOXP2 diera a los humanos una ventaja tan significativa en la evolución como para ser adoptado entre las especies en el denominado barrido selectivo.


El gen FOXP2, vinculado con el desarrollo del habla y lenguaje, fue importante para la evolución lingüística, pero no aportó a los humanos ventajas en la evolución como especie. A esta conclusión han llegado los científicos estadounidenses, cuyo estudio fue publicado el 2 de agosto en la revista Cell.
El debate acerca del papel del 'gen del lenguaje' acaparó la atención en 2002, cuando los investigadores creyeron haber encontrado pruebas de que un ajuste en el FOXP2 se extendió rápidamente a todos los humanos hace unos 200.000 años y sustituyó a dos aminoácidos por otros diferentes a los que estaban presentes en el mismo gen en los animales, recoge la revista Science News. Muchos pensaron que aquel intercambio de aminoácidos permitió a los humanos desarrollar el habla, ofreciéndoles un avance frente a neandertales y otros homínidos.
Observan a los chimpancés haciendo algo nunca visto hasta la fecha 
El primer problema que planteaba esta teoría surgió en 2008, cuando los científicos descubrieron que los neandertales también presentaban los mismos ajustes en los aminoácidos, con lo cual el cambio genético debió de haber tenido lugar como mínimo hace 700.000 años, antes de que los neandertales y humanos se convirtieran en especies distintas.
En 2009 algunos de los investigadores que participaron en el estudio de 2002 reportaron que el intercambio en los aminoácidos no fue de importancia evolutiva, pero como no se descartaron posibilidades de que en aquel proceso pudieran haber estado involucradas otras variaciones genéticas del FOXP2, el debate siguió abierto.
Para el actual estudio los científicos realizaron un análisis parecido de los patrones de variación genética en el FOXP2 al llevado a cabo en la investigación de 2002, pero estudiaron los genes de más personas, sobre todo de descendencia africana, y utilizaron los datos del genoma entero.
Los científicos concluyen que el gen FOXP2 se extendió entre los humanos debido al crecimiento demográfico tras el comienzo de la migración desde África y no por el barrido selectivo. Los resultados de su estudio sugieren que el barrido selectivo, considerado importante para los cambios entre las especies durante la selección natural que impulsa la evolución, no era común en la evolución de los humanos.


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