jueves, 26 de julio de 2018

Hallan dos microcámaras ocultas en el despacho del presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares


Los «gadgets» más increíbles y las situaciones de espionaje más sorprendentes no sólo aparecen en las películas de James Bond. Así, según ha avanzado este jueves el diario «Última Hora» y ha podido confirmar ABC, la Policía Nacional está investigando la instalación de dos microcámaras ocultas en el despacho del presidente de la Autoridad Portuaria de Baleares, Joan Gual de Torrella. Dicho organismo depende del Gobierno central.


Hace algún tiempo, Gual de Torrella empezó a tener sospechas de que podría estar siendo seguido por detectives privados, lo que le hizo temer que esa posible vigilancia podría estar afectando también a las instalaciones en donde lleva a cabo su labor profesional. Por ese motivo, la Autoridad Portuaria contrató a una empresa de investigación. Tras un pormenorizado trabajo de búsqueda en el edificio de la Autoridad Portuaria, ubicado en Palma, dicha empresa descubrió las dos citadas microcámaras en el despacho de Gual de Torrella.
Una de dichas cámaras enfocaba a la oficina de forma general y la otra estaba dirigida a la mesa de reuniones. Dichos dispositivos de filmación podían captar imágenes y registrar también sonidos. Las mencionadas cámaras miden apenas dos centímetros y el objetivo que poseen es del tamaño de la cabeza de un alfiler, por lo que ambos dispositivos eran indetectables a simple vista.


Tras el citado hallazgo, Gual de Torrella presentó una denuncia ante la Policía Nacional. Desde entonces, los agentes encargados del caso están intentando averiguar cuándo fueron instaladas ambas microcámaras, quién o quiénes decidieron hacerlo y también con qué finalidad fue tomada esa decisión. En la Autoridad Portuaria se debaten con una cierta frecuencia, junto con representantes de distintas instituciones, posibles proyectos de reforma vinculados a distintas zonas costeras del Archipiélago, como por ejemplo la ampliación o no de puertos deportivos o probables modificaciones viarias o urbanísticas en el Paseo Marítimo de la capital balear.
Según ha recordado este jueves «Última Hora», Gual de Torrella fue víctima de un sabotaje hace algunos meses, cuando unos desconocidos introdujeron cables metálicos en el tubo de escape de su vehículo particular. Ese acto vandálico coincidió en el tiempo con la paralización de la ampliación del puerto marinero de la barriada de Es Molinar

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